Conocí a Norman Reedus en 1999 en el hotel The Standard en West Hollywood donde lanzamos NYLON. Vino con Helena Christensen y me mostró algunas algunas escenas del montaje provisional de ‘Los Elegidos’. Tenía algo de música de los Beatles, pero que yo sepa nunca consiguieron los derechos, pero esas secuencias de acción eran increíbles y era fácil de ver que él era un talento especial. Soy un gran fan de The Walking Dead, especialmente como de cercano es su personaje, Daryl Dixon y no es poca cosa para alguien que pasa la mayor parte de su tiempo matando zombies con una ballesta. – Marvin Scott Jarret, editor deNYLON Guys.
Cuando no está protagonizando la serie más popular de la televisión por cable, Norman Reedus, de The Walking Dead, pasa su tiempo defendiéndose de hordas voraces.
Norman Reedus, con su incipiente barba y su cortina despeinada de pelo castaño, es mejor conocido por usar una ballesta Horton Scout HD 125 para matar zombies en el éxito deAMC,The Walking Dead. Así que serás perdonado si has mostrado sorpresa de que tiene en su lista, una colección de historias personales amables con animales. Reedus, el genio sutil detrás del infame personaje de Daryl Dixon en la serie, al parecer, tiene un amor entrañable de animales peludos.
En el breve fragmento de la conversación, Reedus me dice que compró un equipado JeepWrangler cuando su gato estaba demasiado asustado para volar. El vio el Jeep en un lote de coches usados cerca del aeropuerto de Newark, lo puso en su tarjeta de crédito y se fue desde Nueva York hasta el set de The Walking Dead, a unos 80 kilómetros al sur de Atlanta. Gato afortunado.
Luego, mientras estaba en Georgia, salvó la vida de un ciervo.
“Eso fue realmente una pena”, dice. “Hay ciervos por todas partes allí. Los bosques están lleno de ellos.” Tan llenos que golpeó a uno mientras conducía a casa tras un largo día en el set. “Era solo un bebé.” Se detiene y se quita el pelo de los ojos. “¿Cómo se llama? Un cervatillo. Eso es. De todos modos ese cervatillo se dio contra el lado del Jeep y todavía estaba vivo así que lo recogí y lo llevé por todas partes en busca de un hospital para animales que no lo matase. Seguía diciendo ‘Quiero salvarle, no matarle’. No es una tarea fácil. Ahora, cuando monta en su moto Triumph Scrambler – las motos son su primer amor verdadero – a través de las arboledas y rodales de robles que rodean el set de The Walking Dead, escanea la línea de árboles con sus autodenominados ojos “sospechosos” en busca de problemas. “También pienso en ellos como pequeños y brillantes”, dice con una voz completamente desprovista del acento de Georgia de Daryl. “Son los ojos de un villano.”
La mirada de Reedus está mucho más experimentada hoy que cuando interpretó a Murphy MacManus en la película ‘Los Elegidos’ allá por 1999. Ahora, con 45 años, todavía tiene el físico largirucho y chungo y de un veinteañero. También está en la curva ascendente de lo que parece ser en la fama estratosférica de la televisión por cable. Su interpretación del brusco paleto Daryl hace que sea el favorito de los fans en The Walking Dead, que vuelve este mes como la serie de mayor audiencia en la historia de la televisión por cable.
No encontraréis a Reedus o a Andrew Lincoln o a Steven Yeun o cualquiera de las otras estrellas de The Walking Dead en una tirada de la revista Vanity Fair. Ellos no son la comidilla de la intelectualidad artística. Alrededor de las charlas de losmedios de comunicación, series como Breaking Bad – otro drama de AMC que metió su propio medio de zombificación – yDownton Abbey monopolizan la conversación, a pesar de que el final de Breaking Bad fue visto por cinco millones menos que el promedio por cualquier episodio de The Walking Dead. Guste o no, esta es la serie que Estados Unidos ha elegido amar más. Increíblemente, la midseason finale de Diciembre venció al partido de la NFL emitido el domingo.
“Vete tu a saber”, dice Reedus. “No sé que es exactamente acerca de esta serie lo que ha tocado una fibra sensible. Creo que es el increíble trabajo que el equipo hace con los zombies. Eso es arte. Pero hay algo más que eso.”
El competidor más cercano en la televisión por cable es ‘Duck Dinasty’, la historia de la familiaRoberston quienes han ganado una fortuna fabricando reclamos de patos para cazadores. Apenas un mes antes de que Phil Robertson se desahogó con algos puntos de vista homofóbicos y racistas a un reportero, Reedus fue invitado a su casa del arroyo por Acción de Gracias. “Me sorprendió conseguir la invitación”, dice. “Pero les gusta nuestra serie y supongo que los dos estamos en series populares, así que tiene sentido. Estos tipos son divertidos para sentarte con ellos y comer. Un grupo de tíos raros. Ahora que pienso en ello, parecían bastante sofisticados para mí. Supongo que es el enigma detrás de los realities de televisión. No sabría decirte. Me gano la vida matando zombies.”
Una tormenta de nieve, la primera de muchas en este invierno, ha llegado a la ciudad deNueva York. Reedus ha pasado las cuatro temporadas de The Walking Dead sudando bajo el sol de Georgia persiguiendo a los malos y siendo perseguido por algo peor. Pero hoy el enemigo es la nieve mientras conduces- y el departamento de Vehículos a Motor de Nueva York.
Aparca su Jeep frente al café Five Leaves en el barrio de Greenpoint en Brooklyn. Lleva una capucha forrada de piel de su gruesa chaqueta negra y se pone sus Wayfares para mezclarse.
“Tenía una novia que vive cerca de aquí”, dice Reedus señalando al otro lado de un pequeño parque. Hace un gesto hacia la entrada principal de la sucia autoescuela. “Este es uno de los lugares donde un tipo conoce a un tipo que dirige el Departamento de Vehículos a Motor. Pueden hacer cualquier cosa.”
En el interior, el olor a nicotina es el detonante para que Reedus saque un paquete deParliaments de uno de sus muchos bolsillos de su chaqueta y ponga el cigarro en el mostrador. Ha venido preparado: saca un sobre de FedEx reciclado de otro bolsillo. En el interior hay arrugadas fotocopias de la matriculación de vehículos y documentos delDepartamento de Vehículos de Motor de Georgia. Los vierte sobre el mostrador y alisa los papeles. “No sé qué decir”, dice a la mujer tras el mostrador. “Todo esto es bastante lioso, pero tengo mi licencia de Georgia y quiero cambiarla a Nueva York.”
Sorprendentemente, Reedus no tenía licencia de conducir hasta que tuvo que mudarse aGeorgia para empezar con The Walking Dead. Antes de eso, vivió en Los Angeles, España yJapón, siempre llevando motos sin una. “Solía tentar a la suerte”, dice sonriendo.
La secretaria de la autoescuela mira entre sus papeles, luego lo mira a él y sonríe. “Me acuerdo de ti”, dice.
“Sí, he estado aquí antes.”
“Estoy segura de que te puedo ayudar con esto”, dice agitando sus pestañas.
“Norman es el chico que las mujeres quieren rescatar”, dice Gale Anne Hurd, productora ejecutiva de The Walking Dead. Ella realmente se refiere a Daryl, pero Reedus y su personaje a veces parecen intercambiables. “Él no es fácil de conocer. Estamos en una sociedad en que puedes conocer a un extraño y en cinco minutos lo sabes todo sobre él. Norman no confía fácilmente. En el fondo, está muy dañado. Tiene un exterior brusco o silencioso,solo sabes que tiene un corazón de oro.” Reedus nunca se afanaría para estar tan dañado.
Se sienta en la barra del abarrotado café y se desabrocha la chaqueta revelando un jersey negro debajo. La sala rompe en reconocimiento y el tipo sentado cerca extiende su brazo tatuado y le pregunta si puede estrechar su mano. Él lo cumple con una afable sonrisa y entonces pide un sándwich de huevo y un café. Sobre la ironía de divisar famosos, Michael K. Williams, quien interpretó a Omar en la serie de HBO ‘The Wire’, se sienta sin ser molestado al otro extremo de la barra durante el almuerzo, mientras un par de superfans se acercan aReedus para fotografiarse y tener una breve charla. Cada vez, él accede.
“Me lo pasé bomba mientras crecía”, dice Reedus de sus primeros años. “Vivía en todos lados. Era un niño salvaje.” Nació en Hollywood, Florida y su familia se desintegró poco después. Él y su madre pasaron a través de Texas, Okhlahoma y otros lugares que apenas puede recordar. Su madre era la figura dominante en su juventud, una de esas madres duras que parecen tener superpoderes.
“Mi madre ha hecho de todo”, dice Reedus. “Ella ha hecho gestión de empresas, sirvió mesas, ha sido conejita de Playboy. Acaba de terminar de enseñar secundaria en Kurdistán. Pasó varios años allí y lo hizo muy bien. Incluso comenzó a tomar clases de breakdance. “Traga un poco del sándwich de huevo y continúa. “Ella es sin duda la mujer más increíble que he conocido. Quiero decir, a excepción de mi abuela, que es una fuerza de la naturaleza.”
Cuando era un adolescente, Reedus se obsesionó con el tenis. “Estudié con un entrenador que se acercó a mí en un torneo y se ofreció a entrenarme porque pensó que tenía potencial”, dice. “Vino a casa, habló con mi madre y eso fue todo. Estaba fuera.” Reedus abandonó la escuela y tomó la carretera. “Era bueno, tío”, dice. “Jugué en el circuito junior ante tipos que tenían todo el equipo y los zapatos y todos y yo tenía zapatillas de baloncesto y una raqueta de juguete. Me sorprendió lo lejos que llegué.” Con el tipo lo dejó cuando se lesionó y se dio cuenta de que no creía que su destino implicaba un saque y volea. No creía que incluiría una ballesta tampoco, pero esa es la manera en que las cosas llegaron.
En el set de The Walking Dead, Reedus se hizo buen amigo de Scott Wilson la eminencia de pelo plateado que interpretó al veterinario y granjero Hershel Greene hasta que el Gobernadorcortó su cabeza en la midseason finale de Diciembre. Esta noche, Reedus se irá a su casa, a su loft de el SoHo, donde su hijo de 14 años (con la supermodelo Helena Christensen, con quien salió cinco años), está con tres amigos y el ama de llaves y preparará la cena paraWilson, quien se quedará en la habitación de invitados.
“Una cosa divertida sobre Scott“, dice Reedus. “Fue la primera y segunda persona en hacer un corte de mangas en la pantalla cinematográfica. Fue en ‘In Cold Blood’. Este tío es un tipo duro”. Después de la cena van a un concierto de Queens of The Stone Age en el pabellónBarclays Center. La noche siguiente, Wilson será su invitado en el homenaje a Lou Reed, uno de los héroes de Reedus.
“Norman es un artista, así de simple”, afirma Wilson de su amigo y ex compañero. “Ahora solo soy un espectador de la serie, pero todos hemos visto a Norman tomar a Daryl en una dirección fascinante y sutil. Dio un enfoque del artista en esto. Nada sobre Daryl es esperado.”
Reedus es realmente un artista y recientemente publicó un libro de fotografías llamado ‘The Sun’s Coming Up… Like a Big Bald Head’, un título apropiado y prestado, con consentimiento de una canción de Laurie Anderson, la viuda de Reed.
Reedus vivió en la ciudad de Nueva York en los años 90 y abrió una galería de artistas con artistas locales. “Se llamaba ‘Collective Hardware’“, explica. “Fue una de las mejores cosas que he hecho. Tuvimos artistas locales, pero la calidad estaba ahí, ¿sabes? Con los años, sus socios incluyían a Erik Foss, Paul Sevigny, Tate Steinsiek y el fallecido Roonie Cutrone.
“Ya había pasado años yendo por todo el globo, dice.”Estaba viviendo en Japón donde conocí a una chica. Luego nos mudamos a Sitges, un pequeño refugio genial para artistas por la costa de Barcelona. Cuando eso no funcionó, decidí ir a Los Angeles. Ahí es cuando empezó mi carrera.”
Según la leyenda, Reedus fue “descubierto” por un agente en medio de una bronca estando borracho en una fiesta en la piscina en Hollywood Hills. “Evidentemente a los agentes les gusta gente que causan sensación”, bromea. Cuando le presioné sobre la veracidad de la historia, dijo: “Sí, podría ser verdad. Cualquier cosa podría haber sucedido en aquel entonces. Era una persona muy diferente.”
Eso no quiere decir que no pueda todavía acceder a ese lado más loco cuando quiere. A lo largo de su carrera, Reedus ha aparecido en 42 películas y series de televisión. En 39 de ellas, ha matado a alguien. El hecho más interesante no es la gran cantidad -seguramente los zombies de The Walking Dead aumentaría la cifra a miles – es que Reedus tiene esa cifra en sus manos. Se deleita con ello.
“Supongo que he nacido para interpretar al tipo malo”, dice. Un fan viene con una cámara y toma un abrupto ‘selfie’ con Reedus estratégicamente en el marco, un fenómeno moderno y desagradable del que él serie. “Tengo una mirada sospechosa”, continúa. “Además, pienso mucho en las razones por las que la gente lucha. Porque están entre la espada y la pared. Han sido acosados. Están enfadados.” Así es como Reedus se acerca a Daryl. Es un buen tipo en el interior, pero siempre ha estado entre la espada y la pared. Ahí es donde él deriva lo bueno del ingenioso paleto.
Es también la razón por la que Reedus es reacio a que Daryl tenga un interés amoroso en la serie. Se ha acercado a la maltratada esposa Carol, interpretada por Melissa McBride- “la gente dañada gravita hacia las personas dañadas”, dice Reedus – pero se ha resistido a las ideas ocasionales de los productores de que se líe con una compañera del reparto. “A veces sugieren esto o aquello, pero si Daryl va a estar con otro personaje, tiene que ser la adecuada”, dice. Reedus les da las gracias por haberle permitido cambiar algunas cosas. “Los productores son listos, tío. Lo suficientemente listos para saber que Daryl no puede tener el tipo de interés romántico que podrías pensar.”
Sus instintos relacionados con Daryl son tan fuertes que es objeto de adoración en la mayoría de fansites de The Walking Dead. De hecho, en la actualidad hay 11 figuras de acción de Daryl Dixon. Muestra una foto de la última en su móvil. “Esta puede ser la parte más extraña de todo esto”, dice. “No creo que cualquier actor se imagine nunca siendo una figura de acción. Es uno de esos extras de Hollywood de los que nadie te dice nada.”
Reedus toma un largo trago de su taza de café y da su último bocado a su sándwich de huevo. Luego se vuelve al chico que hay a su lado y le desea una feliz tormenta de nieve. Éste le invita a su nuevo bar que está a un par de manzanas.”Tal vez”, afirma Reedus. “Realmente no vivo por aquí, pero si estoy en el barrio, seguro.”
Fuera la nieve sigue cayendo por lo que levanta su capucha y se pone sus Wayfares. Se detiene junto a su Jeep y alcanza una citación naranja bajo el limpiaparabrisas. No es una zona de aparcamiento.
“Siempre tengo multas, tío”, dice encogiéndose de hombros. “Es por eso que esperé tanto para conseguir una licencia de conducir.”
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